Estos dibujos de rostros tienen un aire cautivadoramente siniestro que se aleja de la edulcorada estética de Disney para acercarse a un reino más oscuro. Por supuesto tienen todo el encanto y energía característicos de estos personajes, con graciosas narices y ojos brillantes, pero las rayas en dos colores y su siniestra mirada perdida transmiten una sensación más agria. Unas tarjetas que no son solo para niños.
Brian Taylor describes Candykiller as a 'collection of assorted visual ramblings'. It's inspired by a multitude of things including trading cards, cheap novelties, Japanese pop culture, vintage cartoons, plastic toys, underground comix and sideshows.